lunes, 14 de junio de 2010

Yo no quería un blog.

Yo no quería un blog. Se los repito por si no les había quedado claro.

Tengo Twitter, Tumblr, Facebook. ¿Para qué quisiera yo un blog? Para nada, yo no lo quería. Tenía hasta hace algunos meses un blog en Wordpress llamado de la misma forma, ¿y saben qué?, lo cerré porque no quería un blog. Ni quiero.

Pero que fácil sería decidir lo que uno quiere y lo que no...

-No te vayas.
-Amm. Bueno, no me voy.

Pues no.

Así que aquí está, un nuevo intento de blog. Lo abro porque me gusta escribir, así, sin más. Twitter es un gran escaparate que me limita a 140 caracteres y que apela a la fugacidad. En Tumblr está comprobado que se saltan el 85% de las ocasiones si el post tiene más palabras de las que se pueden leer en 8 segundos. (También está comprobado que me gusta inventar datos). Y Facebook, que si no son fotos donde te pueden viborear y/o actualizaciones de estatus de interés general con un contenido ligero no le interesa a casi nadie. Vengo a escribir, a gritar con los dedos, a escucharme, a no pagar terapia.

Por lo pronto así está. No sé cómo poner un header, cambiar plantillas. No sé cómo configurarlo ni ponerle gadgets. No sé ni escribir.

Bienvenidos los que lo descubran. Los que no, pues no y así. Nos leemos pronto.